El ascenso en las ventas de Desigual sigue vigente. La política de nuevas aperturas de tiendas, sobre todo fuera de Europa, permitió a la compañía elevar sus ventas hasta los 963,5 millones de euros, un 16,2% más, un porcentaje algo inferior al registrado el año pasado (19,3%) y que impide lograr uno de los grandes hitos marcados por su presidente y máximo accionista, Thomas Meyer: llegar a los 1.000 millones anuales. El beneficio neto fue de 134,9 millones de euros, aproximadamente un 3% más que en 2013.
A lo largo de 2014 la colorida marca de ropa ha ampliado su rango de acción con cien nuevas boutiques de la enseña y vende sus prendas desde otros 4.500 puntos de venta.
La climatología y la contención del mercado en Europa jugaron en contra de ese objetivo, según consta en las cuentas presentadas por Eurazeo, el fondo francés que se hizo con el 10% de las acciones de la compañía tras pagar 285 millones de euros hace un año. Cuando se anunció esa operación, la compañía anunció planes para crecer a un ritmo del 20% anual.
La contención de las ventas y el plan de crecimiento han reducido ligeramente el margen de Ebitda sobre ingresos, que en un año ha pasado del 29,2% al 27,1%, pese a que el beneficio bruto operativo creció un 8%, hasta los 261,5 millones de euros. La posición de caja se sitúa en los 223 millones de euros.
Europa se mantuvo invariable en su crecimiento y Asia, como marca el plan estratégico del grupo, fue la zona donde más crecieron las ventas, un 24%, gracias al tirón de Japón. El producto dirigido a la mujer concentra el 60% del negocio, mientras que los complementos absorben otro 20%.