Clónicos anónimos
Un escaparate de una tienda de moda femenina. / SAMUEL SÁNCHEZ ¡Horror! Maite Bravo y Mar Bonilla, amigas y compañeras en una empresa de comunicación de Madrid, coinciden en el ascensor del trabajo, se miran de arriba abajo y se quedan petrificadas. Van vestidas exactamente igual. El mismo pantalón negro, la misma blusa crema de…