Cómo vestir tu cuello
En el siglo XIX, George Brummell usaba al día tres cravats (ese rectángulo de tela, entre corbata y pañuelo) para que el que llevara siempre estuviera blanquísimo. Además, no era él, sino su mayordomo, quien se lo colocaba, en un ritual que reunía como espectador a lo más granado de Londres. Si cualquiera de nosotros…