Si hubiera un termómetro para medir la energía de esta joven escaladora a punto de iniciar la ascensión al Everest de la moda, Jana González lo haría estallar por los aires. No es sólo la seguridad que tiene en su potencia creativa, sino el tesón que pone para alcanzar la meta.
¿Por qué diseñadora?
Es lo que me gusta y por lo que más he luchado. Desde pequeña, los primeros garabatos fueron para crear y dibujar prendas para las muñecas. En EGB aprovechaba los ratos muertos para confeccionar ropa.
Y ahora, ¿a ser empresaria?
Puede que lo intente… Mis preferencias irían por crear mi empresa con mi propia marca y montar mi tienda con diseños propios. Tengo un proyecto para instalarme en Burgos, pero la verdad es que es muy difícil, está muy consolidado el estilo clásico y si apuestas por algo novedoso habría dificultades para aceptarlo. Incluso he hecho un estudio de mercado. Faltaría investigar la competencia y hacer ropa que se lleva ahora, pero con detalles y elementos míos.
Acostumbrados a que los jóvenes cuando terminan sus estudios se vayan fuera…
Los estudios de moda en Burgos acaban de empezar y es pronto para saber cómo irán las cosas. Si no tengo otra alternativa pondré en marcha mi plan de empresa en Burgos.
¿Qué ha traído la Pasarela de Castilla y León a la Comunidad?
Es un máster, un curso intensivo. Se trata de una promoción estupenda y una salida profesional. Cada año, los ganadores están becados para ir a Milán y una vez allí tienes la vida resuelta. Yo me voy a presentar todos los años hasta que gane. En la pasarela Bernardas y en la pasarela de Castilla y León la aceptación a mis modelos fue emocionante.
¿Las tendencias son una dictadura para los creadores?
La diseñadora Alma Aguilar desfila todos los años en Cibeles y a mí me encanta porque no sigue las tendencias del momento. Se inspira en reminiscencias de otros siglos pero ofrece versiones actualizada. Este caso es singular porque, en general, creo que sí nos resta creatividad.
DIARIO DE BURGOS