La diseñadora vallisoletana rememora en su colección el espíritu surgido en los años 30 al abrigo de la gran depresión como una analogía de la situación actual.
Originalidad en los tejidos, acento sobre la figura femenina y variedad en los complementos otorgan a sus propuestas sofisticación y sencillez, entrelazadas al servicio de la imaginación.
Esther Noriega acaba de presentar hoy en la XI Edición de la Pasarela de la Moda de Castilla y León sus propuestas de costura para la temporada primavera-verano de 2010.
En un año de cambios y de rememoraciones de otros periodos de menor bonanza económica, la diseñadora abulense afincada en Valladolid, ha viajado hasta los años 30 para rescatar el estilo elegante de las prendas de esa década que, paradójicamente, surgió a “abrigo” de “la gran depresión” y en la que la supuesta fugacidad de su moda, como todas, ha superado esa barrera para convertirse en un icono de la imagen atemporal.
La fuerza, discreción y variedad de los diseños que habían alcanzado por primera vez a un público masivo en los años 20, demostraron que habían llegado para quedarse y ser santo y seña de la imagen como recurso personal, social y profesional.
La mujer abanderó el valor de la moda en el ámbito doméstico, público o laboral para irrumpir con su feminidad entre los grandes iconos del siglo XX.
La colección
Inspirada en esta etapa, Esther Noriega ha elaborado una colección que incide en las formas de la silueta de la mujer adquiriendo así una imagen mucho más femenina y poseedora de una refinada elegancia.
Los vestidos se caracterizan en este sentido por estar muy ceñidos al cuerpo y por la utilización de tejidos con mucha caída y de distintos materiales, usando para su construcción algodones, sedas, cashmir, brocados, gasas, linos bordados y organzas, en los que predominan las telas estampadas.
Destacan los cortes al bies y los escotes profundos tanto en el frente como en la espalda, alargando así la figura y creando un único foco de atención. De esta forma, Esther Noriega pretende dar mayor importancia al cuerpo femenino valorando mucho más las formas de la mujer, en oposición a la extrema delgadez que se ha hecho tan habitual sobre las pasarelas internacionales.
Originalidad en los tejidos, acento sobre la figura femenina y variedad en los complementos otorgan a las propuestas de Esther Noriega sofisticación y sencillez, entrelazadas al servicio de la imaginación.
Colaboraciones
En su presentación sobre la Pasarela burgalesa, Esther Noriega ha contado con la inestimable colaboración de los acreditados diseñadores de tocados Pablo y Mayaya que han aportado a la colección su toque artístico realizando una serie de tocados artesanales inspirados también en los años 30, que realzan y otorgan aún más protagonismo a los diseños. Para ello los vallisoletanos han utilizado el mismo material en el que están construidos los vestidos y los han combinado en armonía con plumas, flores y otros materiales.
Asimismo, la diseñadora vallisoletana de calzado y complementos Rocío Mozo ha cedido su nueva colección de bolsos acorde con el estilo que Esther Noriega ha querido aportar a la colección, combinada con una selección de gafas de sol, cedida por la óptica vallisoletana B&B.