En una final en la que hasta el último momento hubo emoción, la cantante Netta Barzilai, representante de Israel y que había sido favorita durante semanas, se impuso ayer en la 63 edición del Festival de Eurovisión, celebrado en Lisboa. Mientras, los españoles Amaia y Alfred quedaron relegados al puesto 23 de los 26 finalistas pese a su buena actuación y en gran parte perjudicados por su turno de participación: en segundo lugar.
La emocionada vencedora no puede contener su alegría en el impresionante escenario del Altice Arena de la capital lusa.La pareja no cumplió las expectativas de colocarse entre los 15 primeros, ya que Tu canción, cantada en español, no conmovió al público, que le dio una puntuación muy baja. Las redes sociales, sin embargo, sí estuvieron con ellos y, desde su prematura actuación, Twitter les otorgó los «twelve points», siendo apoyados unánimemente por una horda de ciudadanos anónimos, compañeros del programa donde fueron elegidos, Operación Triunfo, cantantes e incluso políticos.
Tras la votación de los jurados de cada país, el favorito era Cesár Sampson (Nobody But You), por Austria, pero el voto del público en los 43 países que forman parte de la Unión Europea de Radiodifusión (UER) y territorios asociados dio la vuelta el resultado y le otorgó la victoria a Netta, que con su tema Toy presentaba una propuesta muy original y reivindicativa.
La artista, de 25 años, llamó la atención desde el principio por su forma extravagante de vestir y porque su fornido cuerpo no se ajusta a los estándares de belleza impuestos por los estereotipos sociales. De eso precisamente habla su canción, una composición en la que se mezclan ritmos de pop coreano con hip hop en la que samplea con la voz y hasta incluye cacareos. La letra habla del «despertar del poder femenino y la justicia social». El mensaje es muy directo: «I’m not your toy» (no soy tu juguete).
«No tienes que encajar en la imagen estándar de cómo debe verse alguien, pensar, hablar y ser creativa para tener éxito», resumió Netta en declaraciones a la prensa antes de partir a Lisboa.
Sampson acarició la victoria, al igual que Eleni Foureira (Fuego), que representaba a Chipre, que hasta que no se anunció el resultado final podría haber sido la ganadora en lugar de Israel debido al estrecho margen que separaba en ese momento a los tres países. Foureira, bautizada como la Beyoncé mediterránea, era otra de las grandes favoritas en las apuestas previas a la final del certamen.
La mayor decepción de la noche fue para Sampson, que se colocó en primera posición en la votación de los jurados con su tema de esti-
lo soul, pero finalmente quedó relegado al tercer lugar tras los puntos aportados por el público.
En cuarto puesto quedó Alemania, con Michael Schulte (You let me walk alone), una canción inspirada en su propia historia sobre la muerte de su padre que hizo saltar las lágrimas del público presente en el Altice Arena de Lisboa.
Con 529 puntos, Israel consiguió así su cuarta victoria en el festival, en el que ya se coronó ganador en 1978, 1979 y 1998.
ORIGINALIDAD. No solo Netta llevó el espectáculo a la capital portuguesa; las llamaradas, los efectos y los golpes de luz fueron una constante durante gran parte de la final del concurso, que contó con pianos convertidos en ataúdes (Ucrania), cantantes girando en una ruleta (Finlandia) y hasta juegos de puertas (Moldavia).