
-Que hay alternativa al pitillo. Que sí, en serio, que la hay. Hace tiempo que las pasarelas exploran otros cortes. Pero la calle, no. En la calle se detecta que a una generación entera acostumbrada a tener algo de tejido elástico en sus vaqueros y derivados le está costando asumir que no todos los pantalones tienen que pegarse a la rodilla. Todos esos hombres necesitan de una desintoxicación lenta y administrada con cariño. El mismo Erroz, que se confiesa también adicto, dice que ha intentado hacer más asequible el pantalón de pinzas haciéndolo casi recto, estrecho, y con largo tobillero. Algo similar vimos en Mango, que mostró pantalones tipo slack, también con largo tobillero y en blanco, combinados con cazadoras de ante. En los vaqueros de la marca, de tono azul lavado como manda el culto a los 90, también desaparece el elástico. El joven Edgar Carrasco también se apunta a lo de dejar el tobillo al aire.

El ‘seny’ catalán hecho moda, o el invierno que viene según Josep Abril
-El nombre de Pablo Erroz. El ganador del primer premio Barcelona Designers Collective de La Roca Village, apadrinado por Georgina Chapman y el encantador Colin McDowell, se estrenó en el 080 en su primera jornada y dejó pinceladas interesantes en su colección masculina. Cuenta que su punto fuerte son los abrigos y las chaquetas, y se notó en sus trencas finas de lana con forro de tartán y en su cazadora de piel con forro de borrego. También Josep Abril reinterpretó los abrigos clásicos masculinos, en su caso la gabardina y la parka, siempre en tonos oscuros. En su desfile, hubo música en directo de Refree.
-Que vuelve el ‘canadian tuxedo’. Es decir, la combinación de vaquero por arriba con vaquero por abajo, todo en el mismo tono. Lo llevó así Andrés Velencoso en el desfile de Mango y en ese tono azul lavado que impone últimamente el culto a los 90.

Aquí, Tony Ward y John Halls demuestran que el futuro de Desigual es estampado, pero moderado.
-Que Desigual baja el gas. La marca quiere ampliar el margen de su colección masculina, que ahora supone un 10% del total de sus (estratosféricas) ventas y para eso se ha propuesto bajar el gas: disminuir el tamaño de los estampados y permitirse incluso, glups, alguna prenda lisa. Aun así, quieren hacer de la camisa estampada su prenda fetiche, y las mostraron de todo tipo en su desfile, así como unos jerséis de punto con el Jacquard vuelto del revés. El mensaje (entre étnico, formal y excéntrico) fue lo suficientemente contundente como para no desmerecer de sus dos modelos estrella: el eternamente cool exnovio de Madonna, Tony Ward, y el exfutbolista del Arsenal, John Halls; dos ex algo que subrayan que los modelos masculinos, cuanto más mestizos, mejor. Como la firma que representaron el martes.
