El próximo 24 de abril se celebra el Fashion Revolution Day. Esta campaña, fundada en el Reino Unido por Carry Somers y Orsola de Castro, surge tras el terrible accidente del derrumbamiento del edificio Rana Plaza, en Dhacca, capital de Bangladesh, el 24 de abril de 2013, en el que murieron 1.133 trabajadores de la industria textil. En esta tercera convocatoria, se han unido más de 80 países de todo el mundo para rememorar este día y volverse revolucionarios pacíficos, con la intención de animar a crear entre todos una industria textil limpia donde la creatividad, la calidad, el medio ambiente y las personas son valoradas por igual.
Durante la semana del 18 al 24 de abril habrá diferentes eventos en toda España y la Escuela de Arte de Burgos se ha sumado a la Revolución de la Moda con actividades que se desarrollaran hasta mediados de mayo. Una de ellas fue la presentación ayer de varios proyectos relacionados con la moda sostenible. Por ejemplo, el de la diseñadora burgalesa Enma Sancho, que creó la marca enma.inlovewitheco con su proyecto fin de grado. “Son prendas con tejidos ecológicos, desmontables y reversibles; ropa versátil que puedes combinar para ir arreglada o deportiva”, señala la creadora.
También habló de su proyecto Cristina Palacios, burgalesa fundadora de la plataforma para la visibilidad de marcas sostenibles FairChanges. En esta plataforma hay “300 iniciativas con más de 2.300 soluciones responsables con el medio ambiente y sin esclavitud en el trabajo infantil. Relacionados con la moda habrá un 10%. De momento son iniciativas nacionales, pero este año queremos internacionalizarnos”, apunta.
Desde la Escuela también se preguntan quién está detrás de tu ropa, no sólo desde los estudios, sino también con iniciativas como ésta. Según Enma Sancho “Pedimos a la gente que participe dando la vuelta a sus prendas, mostrando las etiquetas e interrogando a las marcas con el cartel ¿Quién hizo mi ropa?. Que lo suban a las redes sociales y lo difundan”
En este sentido, la profesora Sara González cree que “la ética y la sostenibilidad tienen que estar integradas en la moda. No sólo dentro de la responsabilidad social corporativa, sino de una forma real. Eso es lo que también fomentamos desde los estudios”, concluye.