La industria de la moda está enfadada con las declaraciones de la modelo Alba Carrillo en una entrevista con Risto Mejide. La exconcursante de Supervivientes, exmujer del tenista Feliciano López y expareja del motorista Fonsi Nieto ha manifestado que ella vivió en el mundo de la moda situaciones que cree que poca gente conoce.
Alba Carrillo, que empezó a ser conocida por participar en el programa de televisión Supermodelo, afirma que en el ambiente de la moda “hay una doble moral”, y las trampas son el pan nuestro de cada día. “Por ejemplo en la Fashion Week Madrid tienes que dar un peso estándar para subir a la pasarela. Los encargados de los bookings te ponen pesas en los sujetadores, te hacen beber dos litros de agua…, para que peses más de lo real. Si pesas lo que has de pesar, no entras en la ropa de los diseñadores. Hace cinco años era así”, ha declarado sin tapujos.
Las reacciones desde distintos ámbitos del mundo de la moda española no se han hecho esperar. El diseñador Modesto Lomba, fundador y presidente de la Asociación de Creadores de Moda de España (ACME) contesta a las afirmaciones de la modelo sin ambages: “Conociendo a Alba creo que nunca ha tenido necesidad de hacer una trampa porque nunca ha estado extremadamente delgada. Estas declaraciones me suenan a conseguir que se hable de ella y son hechos graves con los que no todo vale”.
“A las pasarelas se sube la diversidad, racial, de edad y de tallas, pero es cierto que las modelos suelen ser altas, delgadas y jóvenes, eso no significa que no estén sanas. A veces estoy a su lado en el restaurante que hay junto a vestuarios y las veo comer un menú completo de primero, segundo y postre que yo no puedo con él. Lo que no hay que olvidar es que en los desfiles se crea un cierto ambiente teatral. Todos buscamos un imagen aspiracional. Lo podríamos comparar con los deportistas; nos gusta ver jugar a Nadal o correr a Fernando Alonso, nos sirven de estímulo y referente, pero los demás jugamos al tenis en la medida de nuestras aptitudes y posibilidades. Si no entendemos esto nos estamos haciendo un flaco favor. Mis clientas no son modelos, y puedo asegurar que todo lo que subo a la pasarela para el desfile, lo vendo después”.
Otras firmas y diseñadores como Hannibal Laguna, Ailanto o Ana Looking coinciden en el mismo mensaje: la pasarela española es la primera del mundo en comprobar la salud de las modelos que desfilan en ella. Deben ser mayores de 18 años y todas deben cumplir con el Índice de Masa Corporal (IMC) establecido como saludable. Ana Locking detalla que no suben a la pasarela chicas por debajo de la talla 38 y que sus tallas son las mismas que se pueden encontrar en las tiendas, aunque sí se ajustan a los estándares de los diferentes mercados. Lo único que aclaran es que a veces el corte de una prenda puede encajar o no en un determinado tipo de modelo, y puede ocurrir tanto por exceso como por defecto.
“Es cierto que en general la sociedad es más exigente con la imagen de las mujeres que con la de los hombres, pero por eso no se debe apedrear ni a las modelos, ni a las mujeres, ni a los diseñadores, ni a la moda”, añade Modesto Lomba.
Para los desfiles de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, las modelos se contratan en grupo. Un total de 60 de las que cada diseñador selecciona 18: “Puedo decir que se las trata muy bien”, afirma Lomba, “durante cinco días tienen mucho trabajo, se cubre alojamiento, desplazamientos y comidas. En otras pasarelas internacionales, salvo las estrellas, el resto se tienen que buscar la vida y a lo mejor solo desfilan una vez”.
Madrid, la pasarela más seria con la imagen
La pasarela de Madrid es, según sus responsables, la más seria en lo que respecta a la transmisión de una imagen saludable. Charo Izquierdo, directora de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, afirma que “para conseguirlo se realiza un triple chequeo: las modelos deben presentarse con un certificado médico que incluye peso y talla; todas ellas son vistas por una doctora especialista del servicio de endocrinología y nutrición del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid y si hay dudas se comprueba su peso. También está prohibido contratar a modelos con menos de 18 años”.
Respecto a este último punto Modesto Lomba expresa ciertas dudas: “Llevo 32 años presentando mis colecciones en la pasarela y recuerdo a muchas modelos que llegaban casi con el uniforme, pero siempre acompañadas por un familiar o una persona responsable de su agencia. Hemos sido históricamente muy estrictos, y no entiendo muy bien que una chica o un chico de 16 años se pueda levantar a las cinco de la mañana, atravesar de punta a punta una ciudad e ir a trabajar en una panadería, por ejemplo, y no pueda hacerlo como modelo”.