Nelson Mandela la nombró “su nieta honoraria”. No es para menos. A pesar de tener fama de poseer un carácter difícil y de una reciente controversia a raíz del uso de pieles animales, lo cierto es que desde Naomi Campbell se convirtió en una de las modelos más importantes del mundo ha utilizado su fama para ayudar en diversas causas sociales, con especial hincapié en los problemas que sufren los africanos.

El pasado sábado, la top celebró en el Lincoln Centre, sede de la semana de la moda neoyorkina, un desfile benéfico para recaudar fondos en la lucha contra el ébola. Personalidades como la diseñadora Diane Von Furstenberg, la cantante Mary J. Blidge o la heredera Paris Hilton caminaron por la pasarela con estilismos orquestados por la famosa asesora Rachel Zoe. También participó la modelo española Blanca Padilla, mientras Justin Bieber acaparaba las atenciones de los fotógrafos en la primera fila. Las prendas, cedidas por distintas firmas de lujo, podrán adquirirse a partir del 15 de marzo en la tienda online Net á Porter.

Brad Goreski, Kelly Osbourne, Joe Zee y June Ambrose, durante la Fashion For Relief.

Naomi pretende repetir la misma operación este jueves, esta vez en el marco de la semana de la moda de Londres. Será en la Somerset House, y cualquiera puede acudir previo pago de una entrada de 70 euros. Aún se desconoce qué celebridades serán las invitadas a lucir estas prendas solidarias, pero todo apunta a que Kate Moss, Alexa Chung y otros iconos de estilo británicos estarán presentes en la cita.

Esta unión de solidaridad y moda se lleva a cabo bajo la plataforma Fashion for Relief, que la modelo fundó en 2005 para ayudar a las víctimas del huracán Katrina. Desde entonces, ha celebrado distintos eventos (desfiles, galas o subastas) para apoyar diferentes causas. Campbell es, además, una de las portavoces de la iniciativa Balance Diversity, que reivndica la diversidad racial en revistas y pasarelas. Junto a las maniquís veteranas Imán y Bethann Hardison, se ha paseado por los platós de televisión para luchar contra la discriminación en la industria. “Cuando empecé en esto, en el año 86, había asiáticas, negras, blancas, indias y chinas. Hoy no es así. Me duele profundamente saber que todavía tenemos que sentarnos a hablar de esto. Pero hay que hacerlo porque la gente debe saberlo”, afirmó en la CNN.

Justin Bieber, durante el desfile en el Lincoln Center.

Aunque los medios suelen hacerse eco de las facetas humanitarias de las estrellas del cine o de la música, lo cierto es que las caras más famosas de la moda también compaginan su trabajo entre cámaras y pruebas de vestuario con su ayuda a los más necesitados. Sobre todo aquellas que en los noventa recibieron el apelativo de supermodelos:

Si Naomi reivindica cuestiones raciales y presta su apoyo a los problemas africanos, Claudia Schiffer lleva varios años siendo embajadora de la infancia en Unicef, Amber Valetta ha sido portavoz de causas ecologistas y Christy Turlington, además de viajar a África con la fundación RED (que ayuda a los niños con VIH), es la directora de No woman, no cry, un documental sobre la enorma tasa de mortalidad durante los partos que se llevan a cabo en países subdesarrollados.

La modelo mejor pagada actualmente, Gisele Bündchen, trabaja junto a las Naciones Unidas para proteger los bosques de su Brasil natal. También dona parte de los beneficios de su línea de sandalias, Ipanema by Gisele, a asociaciones contra el hambre en su país.

Las hay que optan por luchar contra los conflictos que acontecen dentro de su profesión. Si la modelo Sarah Ziff fundó hace unos años Model Alliance, una asociación que se encarga de publicar informes sobre discriminación racial, explotación de maniquís menroes de edad y explotación laboral, la británica Erin O’ Connor está al frente de All Walks Beyond the Catwalk, una iniciativa que promueve con charlas, desfiles y seminarios, la inclusión de cánones de belleza diversos en las `pasarelas. Hasta el famosísimo desfile de Victoria’s Secret está implicado en cuestiones solidarias. Cada año, destinan parte de los beneficios obtenidos a través de la venta de entradas a distintas ONG´. Tras su último show, celebrado el pasado diciembre, donaron tres millones y medio de euros.